Hace algunas semanas os contaba en otro artículo cómo preparar un rally en moto y sobre todo, acabarlo. En ese artículo ya os puse de algún modo en antecedentes y como llegué a apuntarme a esta carrera, la Panáfrica así que no voy a repetir la misma historia. En esta entrada me voy a ceñir más que nada en escribir la crónica de la carrera, desde dentro, vista desde un piloto amateur y corriéndola con una moto maxitrail, mi querida KTM 950 SE.
Después de meses de preparativos, por fin llegó el día 21 de septiembre, fecha acordada por todos los amigos que nos juntamos para participar en la Panáfrica para salir desde los distintos puntos de la península, juntarnos todos en Madrid y bajar hasta Erfoud, en Marruecos haciendo antes un par de paradas, Cadiz y Midelt. Los que nos juntamos fuimos Javi, Sara, Albertito, Jon, Justo, Edu, Toño y yo.
El jueves, por la tarde pasaron por mi casa Justo, Jon y Edu en el camión de Eduardo, cargamos mi moto y la de Jon y fueron saliendo hacia Cadiz. Después, pasaron a buscarme Javi y Sara por Madrid, recogimos a Toño el padre de Sara en la sierra de Madrid, donde habíamos quedado, cargamos sus motos y también salimos rumbo a Cadiz, donde pasaríamos la noche en casa de Albertito, que nos preparó una cena de lujo y además se sumaría al convoy.
El viernes por la mañana, bien temprano, cargamos todo lo que faltaba por cargar en casa de Alberto y salimos hacia Algeciras donde teníamos que coger el ferry que nos llevaría al puerto nuevo de Tanger, de Tánger Med. Lo cierto es que en Algeciras tuvimos un problemilla con el camión, que en verdad era un furgón Ford Transit carrozado, pero nos decían que al ser un vehículo comercial teníamos que ir por el puerto comercial, cosa que finalmente no hicimos y capeamos el problema, aunque este mismo problema volvió a pasarnos en la aduana Marroquí solo que esta vez no parecía tan fácil de solucionar. Exactamente el argumento era el mismo, que era un vehículo comercial y debíamos pasar por la aduana comercial, que necesitábamos un transitario que nos gestionara la entrada en Marruecos y un cuaderno ATA. Además, era viernes por la tarde y la aduana comercial iba a estar cerrada hasta el lunes por la mañana. Finalmente tras hacer mucha presión, perder dos horas y recorrernos el puerto de un lugar a otro conseguimos que nos dejaran entrar en Marruecos. Ya eran las 4 o 5 de la tarde y aún teníamos que llegar a Midelt.
Después de unas cuantas horas de viaje apretados en la Mercedes Vito de Toño, llegamos a Midelt, donde nos alojamos en un hotel que ya conocíamos de otro año. Negociamos el precio, cenamos algo rápido y nos fuimos a dormir.
El sábado por la mañana madrugamos bastante, desayunamos y salimos hacia Erfoud. Aún nos quedaban tres horas de viaje por delante y además nos esperaba un largo día, debíamos que llegar, hacer las verificaciones administrativas, técnicas, descargar todo y montar todas nuestras cosas en el parque cerrado además de hacer el cheking en el Xaluca, donde nos alojaríamos el resto de la semana excepto Sara, Javi y Toño que se alojarían en un pequeño hotel a 2 kilómetros del Xaluca.
Las verificaciones administrativas, además de resultar un tanto pesadas y lentas, después de dos días de viaje en coche, de hacer el cheking en el hotel, de descargar y montar todo, llegaron las sorpresas, al menos para mi.
Quizá por cambios de última hora, desinformación o malos entendidos, resultó que la categoría maxitrail en la que a priori me había inscrito, iba a transcurrir los dos últimos días por otro recorrido diferente al del resto de categorías. Otro roadbook, otra clasificación. El motivo que alegaba la organización era que las motos maxitrail no podían ir por el recorrido normal definido par el rally, al menos los dos últimos días. Iban a ser dos etapas puras y duras de arena donde las maxitrail no tenían cabida por peso, potencia o lo que fuere, vamos que decían que por ahí era imposible que se metieran ese tipo de motos. Y razón no les faltó, pero esto lo cuento un poco más abajo.
El caso es que yo, personalmente, quería participar en el rally completo, sin descafeinar, midiéndome con los pros, con mis amigos, conmigo mismo y haciendo el mismo recorrido que todo el mundo, pero distinta categoría, simplemente.
Poco después de haber estado hablando con la organización conocí a Sergi, que iba a participar con una KTM 990 Adventure y se encontraba en la misma tesitura que yo. También se encontró con la sorpresa de las categorías y ya había estado hablando con los hermanos del Team Kapriony, que iban a participar con dos prototipos de KTM 950 Adventure y también querían realizar el recorrido completo.
La organización nos dijo que si todos los participantes de la categoría maxitrail nos poníamos de acuerdo en participar realizando todo el recorrido, no había problema, se mantendría la categoría pero se haría el recorrido normal. Sin embargo, los dos pilotos oficiales de Triumph tenían un claro objetivo y era acabar por lo que no estaban dispuestos a jugársela. Finalmente no hubo consenso y los hermanos Kapriony, Sergi y yo nos apuntamos en categoría open, junto a las motos de más de 450, con el gran Txomin Arana en la misma categoría y otros tantos buenos pilotos. A partir de esta decisión mi carrera no era otra que terminar y hacerlo lo mejor posible porque desde luego opciones a podium se habían esfumado. Mi reto era acabar algo que me decían que no se podía hacer con mi moto.
Y hasta aquí poco más de este primer día de verificaciones. Fué un día muy ajetreado de ir y venir de un lado a otro y no tener tiempo ni de darnos un baño en la piscina del hotel. Lo importante es que ya estábamos en carrera. Esa noche nos fuimos pronto a cenar y a dormir.
Etapa 0: Prólogo
El domingo comenzo temprano pero sin prisas, hoy era un día más o menos tranquilo, en el que solo teníamos que desayunar, poner a punto las motos, montar un pequeño roadbook de tramo para testear los instrumentos de navegación y por la tarde la prólogo de unos 65 kilómetros.
Tal como como estaba previsto por la tarde llegó el esperado momento de la prólogo después de muchos meses 🙂
La etapa prólogo solo tenía 65 kilómetros que a priori parecían sencillos pero realmente era una etapa dura para poner a cada uno en su sitio, hablando claro y es que empezaba en arena, en las dunas de detrás del Xaluca, con navegación a rumbo y luego continuaba por pistas rápidas, hierba de camello y buena navegación.
La prólogo fué espectacular, durilla para mi y me consta que para más gente, más que nada porque ni cuerpo ni máquina estaban aún con el chip puestos en la carrera. La etapa partía de detras delXaluca, duneando, navegando por las hamadas, bordeando los monumentos y terminando en el mismo punto de partida.
Lo cierto es que ni siquiera se como quedé, no me preocupaba lo más mínimo. Me sirvió para arrepentirme de la decisión que había tomado respecto a la categoría y tener dudas de que fuera a acabar. Lo que yo pensaba en un principio que sería la carrera, un paseo, de repente se había convertido en un reto del que sinceramente, tenía dudas que fuera a terminar, más que nada por mi moto, que es una vacaburra y lo que para una moto de enduro es diversión para una moto de algo más de 200 kg es sufrimiento.
Después de la etapa prólogo, dejamos las motos listas para el día siguiente y nos fuimos a recoger el roadbook de la etapa siguiente, pintarlo y cenar.
Etapa 1
Ahora si, empezaba la carrera de verdad. La etapa 1 fueron 250 kilómetros de los cuales 210 eran de especial. Al igual que el día anterior saldríamos por detrás del Xaluca, haríamos las dunas de arena para luego enlazar con pistas, oueds, y acumulaciones de arena con mucha hierba de camello. Lo cierto es que según salí de la especial cometí el primer error de la carrera, equivocar un rumbo y enganchar unas trazas por arena que me hicieron alejarme un par de kilómetros de mi rumbo, por suerte me di cuenta, corregí, perdí tiempo y continué.
Pasaron los kilómetros bastante rápido y entramos en un oued que practicamente nos llevaría hasta los monumentos. En este Oued me encontré a Josep, que había tenido una caída bastante fuerte y en la que había roto el roadbook y no se si algún Ico. Me preguntó que si me importaba que me siguiera ya que no podía navegar así que fuimos juntos durante muchos kilómetros.
Tengo que decir que no me gusta nada tener una sombra cuando voy en moto, me agobio y cometo errores, sobre todo cuando el que llevo detrás es más rápido, pero claro tampoco le iba a decir que no y aunque le dijera que no, iba a dar igual, jajaja, en fin, tiramos juntos hasta el primer refueling donde echamos gasolina, bebimos agua y la verdad, todo perfecto con algún pequeño susto sin importancia. Iba tan metido en la navegación que ni me percaté de pasar cerca de los monumentos ni de la cárcel portuguesa. La parte divertida vendría después del refueling.
Salimos Sergi, Josep y yo a la par, y nos perdimos también a la par, aunque corregimos rápido, después nos adentramos en una zona con un fesh fesh horrible, con un calor insoportable cercano a los 45 grados y con la moto muy caliente. Además, el Stella (baliza y modo GPS para validar WPS), me estab fallando y no me validaba los puntos de paso, lo que me generó incertidumbre de que no estaba pasando por donde debía y me hizo perder mucho tiempo en el fesh fesh buscando WPs que no se iban a validar ya que a partir de aquí no se validó ninguno más en toda la etapa. En aquel momento le dije a Josep que siguiera a otro que yo tenía que parar la moto para que se enfriase (y yo también claro) y a partir de aquí continué yo solo. Logré encontrar bien el rumbo y seguí la ruta disfrutando por sitios espectaculares.
Al rato llegué a una lengua de arena bastante empinada y con piedras puntiagudas sobresaliendo. No había lugar al fallo, no con mi moto. Cogí aire, di gas a tope y subí hasta arriba donde esperaba uno de los coches de la organización y donde además, me encontré a Jon un poco deshidratado y descansando. Me quedé un rato con el descansando, bebí agua y decidí salir. De aquel alto se bajaba por otra lengua de arena y después había una hamada enorme. Un sitio en el que mi moto puede ir a mucha velocidad. Bien, a mitad de la hamada y con la moto a todo gas, de repente se paro, como si se hubiera quedado sin gasolina. La verdad es que no cundió el pánico, aunque si estaba un poco de aquella manera, os podéis imaginar, el primer día y la moto KO. Bueno, pintaba que era cosa de la bomba de gasolina y tenía una de recambio así que con tranquilidad, me quite la camiseta, el peto, bebí agua, desarme las tapas, depósito, las tapas traseras para sacar el recambio y volví a montar todo. Creo que no ha habido un momento de más felicidad sobre la moto que aquel, dar el contacto, escuchar la bomba y arrancar! Felicidaad máxima. Termine de montar todo, vestirme y continué. En total debí perder entre 40 minutos y una hora, a cambio pude continuar sin penalizar y sobre todo, la satisfacción de haber reparado en pista. El resto de la etapa fué muy bonita, por zonas que, sin ser dunas, había mucha arena y divertida, aunque bastante calor. Finalmente acabó la etapa cerca de Rissani y ya se volvía a Erfoud por carretera.
Esta etapa volvió a ponerme en mi sitio, con averías, calor, arena, feshfesh, dureza… había acabado aunque tenía un poco más claro que no iba a terminar la carrera. Si el primer día había sido así, se presentaba complicado.
Una vez llegué al Xaluca, lo primero que hice fué hacer la mecánica de la moto, tomarme una cerveza, descansar, comer algo, entregar el roadbook y recoger el siguiente. A las 8 breefing. A las 9 cena y después a pintar el roadbook.
Poco tiempo para el ocio.. yo que pensaba pegarme una semana de moto por la mañana y piscina por la tarde..
Etapa 2
La segunda etapa era etapa marathon, esto significa que esa noche no dormiríamos en El Hotel Xaluca como los días anteriores si no que dormiríamos en la Kashbah Marabout, en Tafraoute Sidi Ali, Lac Maider, aunque esto solo lo sabríamos cuando llegáramos al final de etapa, además ese día no podríamos tener más asistencia que la que nuestros compañeros de carrera pudieran prestarnos, cosa que por otro lado, no fue del todo así porque hubo equipos que tuvieron a sus asistencias ahí, con algún que otro recambio, ruedas y demás.
Esta etapa fue muy bonita, rápida y divertida. A diferencia de los días anteriores, la especial empezaba a unos pocos kilómetros de Erfoud en la carretera que va hacia Jorf. Comenzaba por pistas muy rápidas rumbo Sur para luego dar un giro de 90 grados hacia el Oeste, y terminar en Lac Maider. Esta etapa no fué especialmente dura ni larga, aunque si que pasamos por lugares con cierto grado de complicación. Cruzamos las dunas de la ciudad perdida he hicimos varias hamadas sin más indicación que ir a rumbo, espectacular.
Ese día hubo unas cuantas averías de motos, motores rotos de alguna Hero, neumáticos y muses destalonados de alguna Yamaha e incluso algún accidente más o menos serio con fractura.
El final de la etapa fue especialmente rápido, tanto que me arrepentí mucho de no llevar amortiguador de dirección y tener que cortar gas en estas interminables pistas porque la moto se volvía ingobernable a alta velocidad.
Como he dicho la llegaba fué junto a la Kashabh Marabout, donde pudimos comer algo al llegar, darnos una ducha, poner las motos a punto, pintar los roadbook, cenar y pasar una tarde y noche marathon muy divertida.
La verdad, todo sea dicho, yo no hice nada. Mi moto como siempre digo, tiene sus cosas buenas y no tan buenas, las no tan buenas son que agota y pesa, las buenas son que no es muy exigente de con el mantenimiento y es que gracias a su prefiltro y filtro tipo coche, puedo estirar el cambio/lavado sin riesgo, sobre todo porque en esta etapa no hubo mucha arena ni feshfesh.
Esa tarde y noche para mi fue muy entretenida, entre unos y otros fuimos haciendo cosillas a las motos, luego estuvimos tomando cervezas, además era el cumpleaños de Albertito y nos invitó a unas rondas mientras veíamos el atardecer hablando, escuchando anécdotas de Txomin Arana que también estuvo con nosotros, viendo a Javi y Sara enredar por las dunas, etc.
Después llegó la noche, que fue más de lo mismo, para cenar nos prepararon un buffet a la luz de las estrellas, muy idílico. Es una experiencia poder compartir esos momentos con auténticos pilotos dakarianos y es que al final estás ahí haciendo la misma cola para coger tu cena junto a equipos como el Himoinsa, Sherco, Yamaha, Hero, y otros tantos pilotos. La cena, como no, no iba a ser menos, siguieron cayendo más cervezas y nos lo pasamos de lujo, con Txomin, Juan, Javi, Sara, Jon, Justo, Sergi, Albertito, etc etc.
Después de cenar nos fuimos a dormir a las jaimas que tienen montadas detrás del albergue. Esa noche hizo un calor insoportable dentro de la tienda y todos tuvimos que sacar los colchones al exterior. Era un concierto de ronquidos pero fue una auténtica experiencia, sobre todo cuando a las 4 de la madrugada se puso a chispear y todos menos algunos valientes como Joan, nos levantamos a meter otra vez todo dentro y luego otra vez a sacarlo cuando paró porque seguía siendo insoportable el calor.
Etapa 3
Amaneció nublado, con pinta de llover, aunque por suerte se quedó solo en eso, pinta. La salida fue junto a la Kashbah Marabout, rumbo Este por Lac Maider a todo gas. Estaba peligroso y es que en mitad del lago te podías encontrar roderas yendo a bastante velocidad, de hecho en una de esas, nuestro compañero Juan se pego una buena, saltó una de esas roderas y se encontró con el otro lado de la misma con la mala fortuna de caer, hacerse daño, reventar la moto y todos los instrumentos de navegación, pero bueno, por suerte quedo dentro de lo malo en fractura de clavícula y muñeca averiada. Aún arrastra esas lesiones dos meses después. El resto de días los pasó en el Xaluca descansando, de vacaciones y es que no hay mal que por bien no venga.
Esta etapa era más técnica que la del día anterior, Empezó por varias zonas de mucha arena, donde tuve alguna caída en pasos técnicos, luego por oueds durante varios km y luego continuó paralela siempre varios km al norte de la clásica ruta de Ramlia donde por cierto debido a un WP fuera de ruta muchos nos perdimos, también un punto en el que la orografía había cambiado algo y anduvimos todos de aquí para allá tratando de encontrar el rumbo correcto.
Además después de esto, pasamos por pequeñas poblaciones donde el Stella no marcó los WPs de velocidad, que si estaban marcados en el roadbook así que encima nos llevamos una buena penalización, pero bueno, de todo se aprende.
Luego a la altura del Erg Ouzina cambió el rumbo hacia el Norte por tramos algo endureros y pistas rotas por zonas muy divertidas. La etapa finalizó por pistas especialmente rápidas donde mi moto volaba, literalmente. La especial terminó junto a la gasolinera de Merzouga y de ahí hasta Erfoud por las pistas que hay junto al Erg Chebbi.
Al finalizar esta etapa nos juntamos Jon y yo y fuimos juntos de vuelta, parando a lavar la moto en Erfoud y tomarnos un té, momento en el que apareció Albertito y de ahí nos fuimos todos juntos al parque cerrado.
Esa tarde parecía que iba a ser tranquila pero siempre, al final entre unas cosas y otras el tiempo se nos escapaba de las manos. Esa tarde pude sentarme a comer sobre las 5, momento en el que por fin terminé de dejar la moto lista para el día siguiente y es que mi moto tiene poco mantenimiento pero cuando hay que hacer algo tan básico como limpiar los filtros, me lleva una eternidad porque hay que desmontar media moto. Además tuve problemas con el Stella que por alguna razón no cargaba y perdí bastante tiempo en quitarlo, revisar la instalación, llevarlo a cargar, etc
Después de comer creo que me pude dar un baño y luego me fui a pintar el roadbook y sin darme cuenta llegó la hora de cenar y la hora de irnos a descansar y dormir.
Etapa 4
Como todos los días la etapa comenzó madrugando mucho, sobre las 6 o 6.30 am en pié, yendo a desayunar solo, porque cada uno teníamos una hora de salida aunque siempre te encontrabas a alguien del grupo o alguien conocido, sin ir más lejos esa mañana estaba desayunando en la mesa de al lado Sam Sunderland, Laia Sanz en otra, Arcarons, Nani Roma, etc…
La cuarta y quinta etapa me tenían acongojado la verdad, no porque no me viera capacitado si no porque comenzaban las etapas chungas, las de verdad, las etapas en las que se separaban los caminos entre las maxitrail del resto de categorías, las etapas que la organización me había dicho que con mi moto NO PODRÍA.
Para aumentar el drama, Paolo, con su 950 Rally no se muy bien como ni por qué se cambió de la categoría open a la categoría maxitrail donde solo quedaba una de las Triumph. La verdad que también me entraron dudas de cambiar, nos dieron esa opción de última hora y quizá hubiera sido lo mejor, o no, no se, el caso es que Sergi y yo decidimos ir a por todas, cabezones donde los haya.
Nos íbamos a enterar.
La etapa comenzó a unos 8 kilómetros al norte del Xaluca, pasada la gasolinera, allí, junto a las pistas que también suben hacia Boudnib por el Norte, también bajan hacia Merzouga por el Sur.
Esa mañana la etapa se retraso, además amenazaba lluvia, mucha lluvia que finalmente tampoco cayó, pero si hizo que si hizo que el primero en salir, Pedrero, pidiera que se retrasase por falta de visibilidad y es que entre que salía a las 8 y que la luminosidad era extraña, no se veía bien.
Antes de comenzar esta etapa nuestro amiguete de carreras Josep tuvo problemas con su Ico, y aprovechó el retraso general de la hora de salida para volver al parque cerrado a reparar. La reparación debió durar más de la cuenta y cuando regresó a la salida de la especial llegó tarde y nervioso lo que hizo que saliera como un misil. Pero salir nervioso y tarde lo normal es que traiga algún susto en forma de caída y así fue, con la mala fortuna de fracturarse la clavícula, una pena porque estaba haciendo muy buena carrera.
Durante la espera aproveché a hacer algunas fotos.
De la salida de la especial al Erg Chebbi había en torno a 50 o 60 kilómetros, después entraríamos en el Erg a la altura del Auberge Jazzmina y haríamos en torno a 25 o 30 kilómetros de dunas.
La verdad es que yo llegué un poco cagado por las dudas que me habían generado y eso que yo ya he estado varias veces ahí, aunque no tantos kilómetros y la verdad es que fui sin problema. De hecho, al rato me encontré con Albertito con quien a partir de ese momento fuimos juntos para echarnos un cable si hacía falta. Ya a punto de salir del Erg Albertito tuvo un problema, en una de esas veces que se le caló la moto, después no quiso arrancar, el ya sabía que el falló debía estar en el botón de arranque y se puso a desmontar, le dejé la herramienta, que él no tenía y seguí mi camino, que desde lo alto de la duna donde me encontraba ya veía que salía de las dunas.
Pasado un rato Albertito pudo desmontar, limpiar y continuar, sin problema.
Al salir de las dunas, la verdad es que estaba cansado, ir con una moto de más de 200 kg y 100 cv agota, sobre todo cuando cortas gas justo antes de llegar a la cresta y te toca empujar o dar la vuelta, o simplemente cuando te caes, por eso salí eufórico del erg, de hecho Javi, que estaba en el refueling que había justo a la salida puede dar cuenta de ello, ya que fué el quien me puso los pies en la tierra y me dijo.. «todavía queda etapa» y si, aún quedaban cerca de 200 kilómetros con oueds, pequeños Ergs, etc.
Sin embargo el resto de la etapa la disfruté mucho, muchísimo. De hecho hubo un pequeño Erg donde me vi completamente sin rumbo y supe arreglarlo, saliendo de allí y encontrando sin mayor problema el camino, en ese momento me di cuenta que estaba aprendiendo a navegar, si tiene tela.. jejeje.
La etapa acabó por las mismas pistas rapidísimas que el día anterior y luego ya carretera hasta Erfoud donde también paré a darle un lavado a la moto y quitar toda la arena acumulada por todo tipo de lugares.
Al llegar, sin más, siguiendo la rutina hice el mantenimiento y todo transcurrió igual que el día anterior, ya solo quedaba una etapa aunque sinceramente, visto lo visto y sabiendo que sería el triple de arena que la que tuve ese día, vi que era del todo imposible acabar, desde luego no con mi moto, pero las cartas estaban echadas.
Esa etapa para mi ya fué una victoria el haberla terminado y me consta que para Sergi, con su 990 también. Según me contó, si no es por el piloto que iba en un quad echándole un cable, no acaba, o eso decía porque todos sabemos que es un tipo duro. Esa tarde pude darme un baño relajante en la piscina Spa del Xaluca y luego me quede un rato durmiendo la siesta.
También me enteré que esa mañana Justo había tenido problemas mecánicos y no pudo tomar la salida porqué su moto no arrancó y además no volvió a arrancar tampoco para el día siguiente. Una pena, porque la avería resulto ser una tontería que le puede pasar a cualquiera.
Etapa 5
Esto llegaba a su fin, si la etapa anterior tenía dudas y miedos, en esta ya ni os cuento. Pero fuimos a lo que fuimos y había que acabar costase lo que costase.
Esa mañana Albertito tuvo exactamente el mismo problema que Justo el día anterior, la moto decidió no arrancar.
Al igual que la etapa anterior, hicimos los 8 kilómetros de carretera que separan el Xaluca de las pistas que nos llevarían a los pies del Erg Chebbi donde daría comienzo la especial. Al llegar estaba todo dispuesto, tuvimos que esperar un rato hasta que llegara nuestra hora de salida.
La salida estaba instalada cerca del Auberge de Ali el Cojo y aunque yo no lo supe hasta que terminó la especial, la meta iba a ser en el mismo sitio.
Por lo que sabíamos, la especial iba a ser practicamente toda de arena y separada en tres tramos, el primero iríamos de Oeste a Este haciendo bucles, saldríamos del erg, repostaríamos y volveríamos a entrar al erg para recorrerlo de Norte a Sur, después volveríamos a salir del erg y luego un tercer tramo donde volveríamos a entrar e ir de Sur a Norte. Esta última parte para mi fue una auténtica sorporesa porque no me lo esperaba y aunque parecía el más sencillo casi acaba conmigo y con mi moto.
Mientras esperaba mi turno para salir fui viendo como iba saliendo cada piloto, de nuevo espectacular ver la Triumph, con la que tenía que haber estado luchando por la categoría aunque no duró mucho, salió como un demonio y debió dar un buen vuelo que rompió el eje delantero. Ver a los pros y a los no tan pros también es un espectáculo pero ver las motos de gran cilindrada en el desierto no sé, tiene algo especial.
Por fin llegó mi hora de salir. Tenía claro que mi reto era acabar y la verdad, se presentaba harto complicado.
Me lo tomé con calma, con toda la calma que me permite la moto eso si, porque tampoco puedes ir despacio con ella que se hunde.
Terminé el primer tramo de unos 25 kilómetros, sin mayor problema, iba fresco y la arena estaba en su punto más o menos optimo aunque ya había zonas complicadas debido a las roderas que con el peso de mi moto hace que las crestas sean un nivel superior. Tuve alguna perdida que tuve que arreglar sin mayor dificultad.
Después salí del Erg donde me encontré a Jon y repostamos juntos en el refueling que por cierto, estaba mal situado y esto generó no pocos problemas ya que la gente se lió a buscar ese WP. Era vital para las motos de enduro y hubo gente que no lo pudo encontrar y luego se quedó sin gasolina. Sin ir más lejos Sergi tampoco lo encontró y como él si sabía que la meta estaba donde la salida y siendo un buen conocedor de Marruecos, optó por no sufrir más en arena y volvió a la meta con sus respectivas penalizaciones, una opción más que razonable con nuestras motos y acabando así la carrera.
Una vez pasados los 15 minutos reglamentarios donde repostamos cuerpo y máquina, continuamos unos pocos kilómetros de pista para volver a adentrarnos en el erg.
Esta vez las dunas eran más altas, más complicadas y además hacía más calor. Fueron pasando los kilómetros donde cada minuto empezaba a pesar más hasta que por fin salí del erg.
Fue curioso que en mitad de las dunas el Stella me envío un mensaje a través del panel de Led «Are You Ok?» pulsa el verde si es bien y pulsa el rojo si necesitas ayuda.. fue un subidón, que estoy bien coño! jejeje.
Al salir del erg pensaba que ya solo quedaban unas pistas, estaba super contento, esto ya estaba hecho!
No, no estaba hecho. Es más no se como al salir de un Oued me equivoqué en una viñeta y fue una perdida monumental. Tarde 40 minutos en los que di más vueltas que un tonto, me metí en el erg, volví a salir y sabía que no podía ser por ahí porque no venía ni una moto y no me cuadraba nada.
El error vino en una de esas viñetas que parece que todo coincide hasta que de repente en un punto «coincide pero no» había unos postes de teléfono que más o menos cuadraban pero a partir de ahí todo dejaba de tener sentido. El error vino en la salida del oued, separada por 100 metros y que también había más líneas telefónicas.
Me empecé a poner nervioso, normal, había casi completado las cinco etapas, había salido airoso del erg y voy y la cago los últimos 25 kilómetros en una pista. Legalmente, para finalizar un rally hay que entrar en la meta y yo en ese momento no tenía ni idea de donde estaba la llegada ni veía que fuera a encontrarla.
Por fin arregle el entuerto, no hay nada como calmarse parar la moto, obserbar y escuchar.
Escuche una moto bastante lejos hacia el Norte y tiré, me encontré otra línea telefónica, la buena, y a partir de aquí todo empezó a tener sentido.
Sin embargo, lo que yo pensaba que sería algo de arena y ya acabaría en la meta, se convirtió en auténticas dunas y, de nuevo cruzar el erg, pero esta vez con el sol en el punto más alto del día, que hace que no veas ni perfiles ni sombras, un calor insoportable y una arena blandísima.
Esos últimos kilómetros se me hicieron duros, muy duros. En mitad de ese infierno, me encontré a Romano Caviglia y Jairo Segarra, organizadores de la carrera. Estaban con las motos vigilando que todo estuviera en orden ya que empezaba a ponerse complicada la cosa. Les dije que todo Ok y que iba a acabar aquello.
Después tuve que parar varias veces la moto porque la temperatura estaba disparada, además aproveché para quitarme el casco y echarme agua por la cabeza, aunque el agua que llevaba extra en la mochila debía estar a 40 grados pero con la brisa que soplaba era de agradecer.
Para más dureza perdí el rumbo y todo rastro de huellas que me ayudaran a seguir, pregunté a unos berberes que había por ahí y me indicaron hacia donde debía ir y aunque desconfié un poco ya que vi trazas en otro sentido, les hice caso y volví a encontrar el rumbo. Realmente no me los encontré, aparecieron en mitad de mi camino según bajaba una ladera de una duna enorme e iba directo hacia ellos.
Finalmente salí del erg y entré en la meta eso si, por un lateral, estaba muy cansado y tuve que volver para atrás y entrar por el sitio correcto 🙂
Acabe lo que me propuse.
Se me vinieron muchas cosas de golpe a la cabeza, esta rally con esta moto y en esa categoría se me había hecho muy duro, gracias a mi tozudez.
Conseguí acabar la carrera en modo malles moto, es decir, yo me lo guiso, yo me lo como, con una moto de 100cv y 200 kg de peso que he preparado yo mismo y que lleva acompañándome ya varios años por estos lugares, vamos, que tiene sus kilómetros, una moto que he revisado yo mismo durante la carrera, con un solo juego de neumáticos, con sus averías, con mis caídas, con nuestras anécdotas.
Ha sido una experiencia inolvidable que espero repetir. No tengo claro si podré volver y si lo hago con que moto lo haré. Se que con la KTM EXC 450 que tengo y con la que pensaba haber participado en esta edición hubiera sido coser y cantar y que, en el momento de terminar el rally, tenía claro que no volvería con mi KTM 950, pero a medida que pasan las semanas desde aquello, la cordura va dejando paso a la estupidez, claro, y quiero volver con mi 950.
Tengo que agradecer a mucha gente el haber podido participar en este rally, el primero a Manu Cuesta, de Anube Sport gracias a quien nos apoyo de alguna manera técnica, material, y económicamente. A Justo, amigo de Manu que fué el que nos hizo liarnos la manta a la cabeza. A Albertito, por animarse con nosotros a esta aventura y darnos alojamiento en Cadiz a pesar de todo lo que tenía encima, a Eduardo por acompañarnos y llevar su camión que sin el hubiéramos tenido un problema logístico, a Jon, que después de mucho plantear y replantear finalmente vino, lo hizo el mejor de todos y fué un apoyo extra allí. A Toño, Sara y Javi por habernos ayudado con el tema logístico, y a Joan, Sergi, Bartolo, Josep, Bertolín, Javi y todos los que me pueda dejar en el tintero, por ser tan majos.
Por último creo quiero agradecer a la organización todo el esfuerzo que han puesto en darle un vuelco total a la Panáfrica, sacarla adelante y conseguir llevar a equipos fuertes y pilotos pros que hacen que te sientas un dakariano más. Si es cierto que tienen que pulir aún algunos detalles, pero el balance general es bueno, muy bueno, con un roadbook excepcional y un control y seguridad durante toda la carrera de diez.
Espero repetir pronto esta experiencia, más y mejor.
La segunda vez que leo esta crónica, ¡me encanta! Buen piloto, buen mecánico, conocedor de la tierra, navegante, calmado y excelente compañero.
Eres un máquina Jaime, sigue así.