La ruta que os presento hoy se realizó en octubre de 2018 y fue una de esas rutas improvisadas prácticamente sobre la marcha. Nuestra idea inicial era realizar de manera inversa el track de Tafraoute a Fort Bou Jeriff pero como ya lo conocíamos de otros años e íbamos un poco apurados de tiempo, esa misma mañana, mientras desayunábamos decidimos cambiar el plan, el destino y el rumbo. En vez de bajar hacia el Suroeste, iríamos hacia el Oeste, directos a la costa.
Por esta zona ya estuvimos en 2010 pero no teníamos tracks de aquella vez ni tampoco una ruta tan directa así que marcamos unos waypoints en el Garmin Montana para poder ir manteniendo el rumbo a través de esa zona montañosa y ya iríamos improvisando.
La ruta que nos quedó finalmente fue sencillamente brutal. Una ruta que mezcla carreteras de montaña, pistas hacia pueblos perdidos a través de cañones y barrancos, desiertos de piedra y finalmente el atlántico con unas vistas a 250 metros de altura.
La etapa en sí, como siempre, con paradas a hacer fotos, almorzar algo, gasolina y algunas pérdidas, nos llevo algo cerca de 6 horas y media para hacer unos 220 kilómetros. Teniendo el track y la ruta clara se podría hacer en bastante menos, ojo, en moto. En 4×4 probablemente lleve más tiempo.
Si os fijáis en track, sobre un mapa os daréis cuenta de que en todo momento vamos, al fin y al cabo, paralelos a la carretera por lo que siempre hay zonas que se pueden obviar si las condiciones para hacerlo completo son desfavorables.
La ruta parte de Tafraoute, una ciudad realmente bonita y que merece la pena visitar, no tanto por la población en sí como por el entorno en el que se encuentra, en medio del Antiatlas.
Los primeros 45 kilómetros transcurrirán por carreteras de montaña en los que saldremos del valle a través de un pequeño puerto y desde donde, una vez coronado, tendremos unas vistas muy bonitas espectaculares tanto si miramos hacia Tafraoute como si miramos hacia el Oeste.
El ascenso por esta carretera es bastante suave y con algunas curvas, sin embargo, es en el descenso cuando hay que extremar un poco la precaución ya que la carretera se vuelve bastante revirada.
Existen algunas pistas que nos sacan de Tafraoute por campo pero realmente no merecen la pena. A partir del puerto que he mencionado anteriormente, intentamos enlazar algunas pistas que bajaban a los valles para luego remontar por campo, pero al final tuvimos que desistir porque o bien las pistas desaparecían o los caminos se volvían intransitables, es decir, que no es que quisiéramos ir por carretera, es que intentamos ir todo por campo pero al final desistimos.
Bueno, continuando por donde iba, la carretera de descenso vuelve a bajar al valle. Prácticamente cuando estemos terminado el descenso nos encontraremos un cruce que deberemos tomar a la izquierda, siguiendo el track y más o menos en el kilómetro 45 dejaremos el asfalto para meternos, por fin, en faena.
El cómo descubrimos esta pista tiene una explicación. Mi compañero de ruta se había confundido en un cruce poco antes de esta pista y paré a esperarle.
Nuestra idea inicial era ir por carreteras comarcales hasta la costa y ganar tiempo pero ya se sabe, la cabra tira al monte y mientras esperaba encontré en el GPS algo así como el símbolo de una foto en lo alto de la colina y dije: ¿por qué no vamos a verlo? Dicho y hecho, tomamos esta pista y nos quedó la ruta que os estoy contando.
Bueno, esta pista comunica desde la carretera varios pueblos que están desperdigados a lo largo de las montañas que vamos a recorrer.
En este punto he de decir, que el track se desvía durante unos 50 kilómetros que si la meteorología no es del todo buena y/o os dan miedo los barrancos, podéis obviar, pero si las condiciones son buenas, desde luego, merece la pena.
La pista, como digo, se coge en la propia carretera y comienza un ascenso bastante pronunciado hacia un pueblo que se ve desde la propia carretera, lo atravesaremos y continuaremos ascendiendo, esta vez de manera más pronunciada. Al final del ascenso esta asfaltado, bueno, asfaltado de aquella manera, supongo que por seguridad. Justo en el punto más alto nos encontraremos una roca partida desde donde, sin duda, merece la pena parar a hacer fotos del valle del que venimos y que vamos a abandonar.
Al poco de atravesar la piedra cortada por la pista llegaremos a otro pueblo que atravesaremos y poco después llegaremos a un desvío que tomaremos a la derecha por la pista principal.
En este punto, la verdad es que me quedé con ganas de subir a ver el pueblo que había arriba y ver ese punto marcado en el GPS, las vistas que se debían contemplar y la antigua construcción que debía haber, pero no, no subimos.
Continuamos la pista y llegamos a otro pequeño pueblo y de seguido a otro en el que decidimos dejar la pista principal y tomar un camino que giraba 90 grados a la izquierda, junto a una pequeña escuela. La pista principal lleva a otro pueblo pero ahí acaba, por eso optamos por dejarla. Hasta este punto, el tramo de pistas no tiene mayor dificultad que la de ir por una pista con buen firme salvo por que tiene un barranco a la derecha pero en el punto que la dejamos hay que extremar la precaución.
La pista se vuelve más estrecha y comienza a descender haciendo zetas. Hubo algún tramo que me dio un poco de vértigo y no quiero ni pensar en coche, no porque no se pueda, que si que cabe, si no porque a mano derecha hay un barranco importante y el terreno si esta mojado puede parecer algo arcilloso, al menos justo al comienzo.
Pero esta sensación durara solo unos cientos de metros, al comenzar el camino, ya que luego empezaremos a bajar en zigzag hasta llegar a otro pueblo.
Este camino sirve a los locales para ir de un pueblo a otro, sin embargo no tiene pinta de que lo usen habitualmente en coche ya que a uno y otro pueblo llegan desde puntos diferentes.
Una vez llegamos a este pueblo, la pista se vuelve mucho mejor, más ancha y mejor estado. Se puede ir rápido, al menos en moto y volvemos a ir perdiendo altura hasta llegar de nuevo a la carretera principal.
En este punto veréis que el track hace un pequeño bucle, bueno, íbamos buscando caminos con la cartografía del Garmin pero desde luego, no había, quizá con moto de enduro y monte a través pero caminos no había. Es una especie de olla cerrada por montañas en donde hay un par de pueblos pintorescos, por eso he mantenido el bucle, pero si queréis se puede obviar.
Hecho o no el bucle, continuamos el track, esta vez por una pista o mejor dicho, carretera sin asfaltar, de esas que permiten ir muy rápido en coche o moto. Supongo que está pista terminará siendo asfaltada en algún momento.
La pista vuelve a coger altura, en el punto más alto sale un camino a la derecha con un mirador donde se pueden ir a tomar fotos y donde, además, comienza una ruta de senderismo.
Nosotros continuamos nuestra ruta hasta que dejamos la pista principal cogiendo una pequeña pista que baja haciendo zigzag al valle.
Según recuerdo, en el GPS vi que la carretera sin asfaltar sigue muchos kilómetros y finalmente puede llevarnos al mismo punto, pero nosotros no queríamos avanzar si no descubrir y así hicimos.
En la siguiente foto se ve la pista principal y la que debemos a mano izquierda.
La pista es apta para 4×4 y motos, pero es lenta y nos llevará entre un par de aldeas y pequeños campos de cultivo a lo largo de todo el valle.
Finalmente abandonamos el valle y volvemos a carretera sin asfaltar que nos llevará de nuevo a la civilización, no sin antes regalarnos unas vistas desde lo alto de una montaña para después descender.
Una vez en la carretera seguimos por el track que nos llevará a una población llamada Anzi donde podremos comer algo, aunque no hay muchos sitios y repostar, que tienen una gasolinera grande a la salida del pueblo.
Y hecho esto continuaremos por carretera durante varios kilómetros hasta que comencemos a alternar pistas de puro desierto marroquí, alguna carretera de enlace y finalmente unas pistas que nos subirán alguna montaña para después devolvernos a la civilización. Este último tramo de desierto será de en torno a 70 kilómetros.
Finalmente llegaremos a un mirador junto a un Auberge Nid d’aigle, con unas vistas impresionantes a 250 metros sobre el nivel del mar.
En el auberge Nid d’aigle preguntamos para quedarnos esa noche, pero estaba completo así que decidimos continuar hasta Mirleft. Por precio no era barato pero tampoco especialmente caro teniendo en cuenta que incluía cena y desayuno.
Desde aquí a Mirleft nos quedan menos de 30 kilómetros de carretera y cuidado, que puede haber controles de velocidad, es una carretera muy transitada por turistas.
En Mirleft nos alojamos en el Hotel Atlas, en pleno centro de la ciudad. Un hotel realmente majo para lo que cuesta y lo que se puede encontrar por ahí que puede ser o muy malo o muy caro.
En Mirleft cenamos justo en la parrilla de en frente del hotel, nos pareció más auténtica que el restaurante del hotel.
En Mirleft repostamos antes de guardar las motos, como siempre, y luego nos fuimos hasta la costa, a ver el Sol ponerse en el Atlántico. Precioso.
Como habéis visto la etapa tiene un poco de todo, es una ruta distinta a lo que suele hacerse en moto o 4×4 por Marruecos, pero sin duda merece la pena. El Antiatlas es simplemente diferente y esta ruta, menos arena, tiene un poco de todo.
Desde Mirleft quedan cerca las ciudades de Tiznit y Sidi Ifni, para visitar, los arcos de Lezguira, o lo que queda de ellos, playa blanca no queda muy lejos tampoco.
Gasolina hay al comienzo de la ruta en Tafraoute, a mitad en Anzi y en Mirleft. Si nos desviamos un poco en Tiznit. Alojamientos en Tafraoute, Mirleft y alrededores.
Esta ruta fue parte del Raid por Marruecos en moto Trail de 2018: Ver crónica aquí.
gracias por esta ruta, la verdad es que he buscado-investigado por la zona y nos hemos vuelto ya que las pista se cortaban o se volvian peligrosas,excursion de x y motos