Viaje a Marruecos 2012

El primer viaje a Marruecos en moto, enteramente organizado personalmente por nosotros y como tal, muchas carencias, muchas sobradas pero sobre todo, una de las mejores experiencias de todas las expediciones al país a pesar de que a lo largo de estos años hemos ido mejorando notablemente la preparación de nuestras rutas.

En esta ocasión fuimos tres los participantes del viaje, Kike, Jorge y yo. Los tres hacíamos o habíamos hecho enduro anteriormente y además todos habíamos estado en marruecos de alguna manera, de turismo, con motos en viaje organizado o en coche y, a pesar de todo, la experiencia no se pareció en nada a todo lo anterior.

Este viaje surgió ni más ni menos porque nuestro gran amigo Kike, se compró una moto nueva tipo trail, una Flamante Yamaha XT 660 Z con la que después de ver los mil y un vídeos promocionales de la misma, le entró el gusanillo de realizar un viaje a Marruecos.. Al principio Yo fuí reticente pues en ese momento tenía una moto de carretera y una moto de enduro de dos tiempos por lo que ir a u viaje de estos pasaba por comprar si o si una moto válida para tal fin, o una moto trail o una moto de cuatro tiempos, lo cual, me daba un poco de pereza. La conclusión fué que si, que me calenté y calenté a Jorge.. Ya teníamos una meta, una fecha aproximada y mucho trabajo por delante para preparar el viaje. Todo esto se gesto allá por septiembre de 2011 y el viaje se realizaría entre abril y mayo.

Como en todo viaje a Marruecos, más aún de personas sin experiencia en la preparación de un viaje de estas características, teníamos muchas dudas, muchas carencias pero muchas ganas. A base de pasar horas y horas investigando mapas, zonas, mirando y preguntando en foros, fuimos definiendo poco a poco el trayecto que queríamos realizar, analizando las necesidades del viaje, desde las motos que necesitábamos, la logística, hospedaje, herramientas, comida, mecánica, etc.

Jorge y yo optamos por comprar tambien Yamahas XT 660, pero en nuestro caso la R, porque eran más ligeras, había más mercado y sobre todo porque eran más ligeras. Lo de la adquisición de la moto de Jorge y el kit de maletas en Zaragoza es digno de mención, pero lo dejaré para otra ocasión.. Digamos que en Enero teníamos más o menos todo listo y las motos preparadas a falta de finiquitar los tracks.

Pegatina del viaje.
Pegatina del viaje.

Y por fin llegó el tan esperado mes de Abril.

Teníamos por delante dos semanas de vacaciones, las motos y todo listo. Saldríamos el viernes por la tarde, desde Madrid con una furgoneta de alquiler rumbo a Tarifa, donde pasaríamos la noche en un camping, allí dejaríamos la furgoneta hasta la vuelta y cruzaríamos el estrecho por tarifa. Y así hicimos.

Marruecos 2012

Ese viernes Jorge fué a por la furgoneta de alquiler, ya nos avisó que parecía pequeña.. pero bueno, ya estaba pagada y era lo que había, sobre el papel las motos tendrían que caber y si, cupieron, pero nos llevo una hora larga encajar cada pieza del tetris. Después salimos rumbo a tarifa y empezó a marcarse cierta tendencia a incumplir horarios y plazos, lo que sería habitual el resto del viaje. Nos plantamos en Tarifa a las 3 de la madrugada, descargamos las motos intentando no despertar a la gente acampada y nos echamos a dormir en la furgoneta. Unas horas despues nos despertaos, más o menos a las 7 o 7.30 ya que teníamos que cargar todos los bártulos a las motos, vestirnos de romanos y dirigirnos al puerto de Tarifa donde debíamos comprar los billetes del ferry que nos llevaría a Marruecos. Por fin.

Jorge y Jaime de camino a Tarifa.
Jorge y Jaime de camino a Tarifa.

Todo según lo planeado, nos plantamos en Tánger y sin muchas complicaciones pasamos la aduana, nos dirigimos a cambiar Euros por Dirharms, echar gasolina y a empezar nuestra andadura por Marruecos.

Y hasta aquí como el lector puede observar, llevo 655 palabras escritas y de momento 20 km de moto recorridos, pero es que en un primer viaje es casi más importante el llegar al día de empezarlo que el viaje en si.. bueno no.. lo mejor estaba por llegar 🙂

Peón atando las motos en el ferry.
Peón atando las motos en el ferry.

Hasta luego España.

Hasta luego España.


Día 1: Tanger – Fez

Este día debíamos partir a una hora prudente de Tanger, coger pistas, pasar la zona del Rif y llagar hasta Fez, donde haríamos noche en cualquier hotel. Sin embargo, Marruecos nos plantó cara desde un primer momento como diciendo.. aquí estoy, así soy.

Carreteras entre Tánger y Chauen

Dando material escolar a los niños de las escuelas.
Dando material escolar a los niños de las escuelas.

Para empezar todo lo que se suponía que debían ser pistas resultaron ser carreteras asfaltadas o antiguas pistas asfaltadas, eso sí, por unos entornos y recorridos que nos permitieron disfrutar mucho hasta pasado Chouen. Llegados a este punto al fin, debíamos coger una pista que subiría una ladera, cruzaría la montaña y seguiríamos rumbo a Fez, todo esto casi casi con Chauen a la vista.. bien, perdimos cerca de dos horas tratando de subir las motos por una pista infernal, bueno más que pista un canchal de piedras redondas que si añadimos el peso de las motos y el equipaje se hizo practicamente imposible para alguno.. alguno al que hubo que subir la moto, bajar andando subir la propia y asi durante un largo rato.. hasta que finalmente tomamos la decisión de abandonar ese camino y volver a bajar, mediante el mismo metodo. En definitiva, eran las 3 o 4 de la tarde y yo ya estaba a punto de pájara. Menos mal que Jorge me dió un gel que me revivió.

Con la chavalería que estuvo pasándoselo genial viendo a los paquetes.

Después de esto decidimos continuar por una carretera muy revirada que nos llevaría al mismo lugar pero con algunos km de más. y el resto de la tarde transcurrió sin problema. Sin embargo las horas iban pasando y el tiempo iba jugando en nuestra contra. No ibamos despacio ya que ibamos por carreteras, aunque lentas pero el sol cada vez estaba más bajo y fué cuando la carretera se tornó pista, la pista en camino roto y el camnino roto en un enorme vadeo. Entre pitos y flautas la noche se nos echaba encima, vadeamos el río, nos perdimos un poco siguiendo el track ya que llegamos a una zona completamente anegada por el agua y aunque yo y jorge estabamos tan cansados que hubieramos montado las tiendas en cualquier lado, Kike nos animo a ir a «algún sitio» aunque no había más que casas dispersas de los lugareños. No es una zona turística. La noche ya había llegado, estábamos en un camino que parecía más una ciénaga y decidimos volver unos km para encontrar un paso distinto.

Fué entonces cuando empezamos a descubrir el Marruecos de verdad, la solidaridad de sus gentes y lo verdes que estabamos en este país tan diferente al nuestro donde la gente nos debía ver como unos auténticos perdidos y nos ofrecían quedarnos en sus casas.. pero como era nuestro primer día y nuestro primer viaje «de verdad» pues no nos fiábamos.. Hoy en día nos hubiéramos quedado en cualquier sitio caliente que nos hubieran ofrecido, pero en alquél momento.. no.

Poco después de haber dado la vuelta nos salió al paso un tipo, llamado Mohamed, que tambien nos invitó a su casa, pero le dijímos que no, que queríamos llegar a alguna gasolinera y el tipo cogió su Mitsubishi Montero, no guió durante 20 minutos hasta una gasolinera bastante nueva que ni siquiera aparecía en el gps. El centro social de la zona donde había un salón de té, una pequeña tienda de alimentación, una parrilla y una carnicería. Era completamente de noche y allí llegamos las tres motos, como si finalizáramos una etapa del Dakar. Empezó a aparecer gente de todos lados que nos hablaban, nos rodearon, nos invitaban todos a sus casas y sinceramente, nos agobiamos un poco en aquél momento, porque lo que es hoy solo guardo buenos recuerdos. Entre tanta gente (lo mismo 15 o 20 personas), apareció el gran Mutia, la verdad es que no se como se escribe, pero así se vocalizaba. Era el guarda de la gasolinera y fué quien nos dijo que no nos preocupáramos de nada, que podíamos ir a dormir donde quisiéramos y a pesar de eso le dijimos que si podíamos montar las tiendas en algún lugar de la gasolinera.. dijo que sin problema, pero que mejor nos quedáramos en una habitación que había y así hicimos. Descargamos todo y nos fuimos a cenar. Mutia nos preguntó que que queríamos y claro, queríamos pinchos morunos y chuletitas de las que estaban preparando en ese momento.. Aún hoy recuerdo lo bien que nos sentó aquella cena, con nuestras cocacolas en botella de cristal. Una vez cenamos pedimos la cuenta y nos dijo que no nos preocuparamos, ya mañana..

Habitación de Mutia
Habitación de Mutia.

Jorge y yo nos fuimos a dormir y kike a darse una ducha quien sabe a donde.. se fué con dos chicos a algún hamman del pueblo y volvió encantado aunque eso si, nos tubo media horita en vilo. Por fin nos acostamos.

A la mañana siguiente amanecimos, nos aseamos algo, nos vestimos de romanos, nos fuímos a la tiendecita con Mutia a comprar algo de víveres y pan para llevar, de nuevo no nos dejó pagar. Subimos al salón de té, nos prepararon un desayuno de té, huevos, aceite, tostadas de ese pan tan rico que solo saben preparar ellos y un embutido que no se de que era, pero parecía salchicha (que no sería de cerco claro).. y una vez desayunados dijimos a Mutia.. bueno que te debemos, hemos cenado parrilla, hemos dormido, nos llevamos víveres, desayunamos… no nos quiso cobrar NADA ni tampoco quiso aceptar nada.

Salón de té.

Vista desde la estación de servicio desde nuestro alojamiento.

Jorge, Mutia, Kike y Jaime despidiendose.
Jorge, Mutia, Kike y Jaime despidiendose.

Vista desde la estación de servicio desde nuestro alojamiento.

Echamos gasolina, que si pagamos y nos marchamos. Y aquí acaba nuestro primer día completo, con noche incluída en Marruecos. Una etapa de las que creo que nunca olvidaré, ya lo veis, 4 años despues y lo cuento como si fuera ayer.

Como nota final a este día decir que en 2014 volvimos a pasar por esta gasolinera, en parte buscando a Mutia para saludarle, pero no estaba.

Continuara…

 

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